Los cuatro estilos eróticos

Seguramente no habrás oído nunca hablar del estilo erótico. Esto tiene una fácil explicación: Es un término inventado. 

Me lo inventé para referirme a las diferentes actitudes que puedes adoptar en un encuentro erótico. Por supuesto hay tantas actitudes como personas y además varían en función de los otros participantes y del momento. Pero mi intención no es hacer una lista exhaustiva con todos los matices sino una lista muy general a partir de la cual empezar a trabajar. 

Te propongo estos cuatro: Delicado, picarón, cruel y dominante.  

A mi parecer si aquí están todos o no es irrelevante. Es símplemente una propuesta. A partir de aquí puedes ampliar, reducir lo veo más difícil. Pero este no es el objetivo. 

Me gustaría ofrecerte una base a partir de la cual ampliar un poco tu repertorio. 

Delicado: Actuarás como un caballero o una dama. Con educación, consideración y tacto. Es el estilo políticamente correcto. Vamos, que debes ser encantador@

  • Se suave y cariños@. 
  • Muestrate atent@. 
  • Emplea lenguaje políticamente correcto con eufemismos y metáforas (“Las suaves colinas” para referirte a sus pechos o “Su mástil” para su pene)
  • Sé educad@ en todo momento. 
  • Estate atent@, muy atent@ a su bienestar y confort. 

Picarón: Es el estilo canalla y gamberro. Se trata de comportarse de forma totalmente opuesta al anterior. Pero debes tener una cosa muy importante en cuenta: No es una forma de faltar o insultar a la otra persona, todo lo contrario. Es saltarse las reglas sociales con su complicidad. Debes ser lo más políticamente incorrect@. Un@ macarra. 

  • Puedes ser suave o brusc@, no te limites.
  • No importa si vas a la tuya o al menos lo haces ver. 
  • Sé soez, emplea tacos.  
  • No importa tanto el confort como el ser lo más suci@s posible. 
  • Ves al grano, no emplees metáforas ni des rodeos a la hora de tocar. 

Cruel: La crueldad es la acción de generar un malestar o un sufrimiento a una persona de forma deliberada. En este caso lo haces para crear una ansiedad creciente que hará más intenso el placer cuando lo consiga la persona.

  • Acércate a las zonas más “interesantes” y luego aléjate. 
  • Interrumpe su placer justo cuando esté muy, muy cerca. 
  • Utiliza el dolor (si la persona lo acepta) para interrumpir su camino al placer. 
  • Desengáñala haciéndole creer que tendrá su recompensa para luego quitársela. 
  • Hazle hacer cosas incómodas o humillantes para conseguir un premio y después niégaselo. 
  • Emplea un lenguaje irónico. 
  • Ríete de su ansiedad.

Dominante: Es el estilo en el que tú llevas el mando y la otra persona obedece. Esta situación debe ser siempre consensuada. Debes conocer los límites de la otra persona y no traspasarlos. Siempre es mejor quedarse cort@ y ampliarlos en el siguiente juego que ir demasiado lejos. 

  • Sé exigente, estricto y autoritario. 
  • Utiliza a la otra persona para tu placer (siempre de forma consensuada). 
  • Pactad palabras de seguridad. Deben ser descontextualizadas. No vale “no”, “para para”. Muchas personas emplean el semáforo:
      • Verde: Me gusta. 
      • Naranja: Esto no me gusta. Haz otra cosa, pero quiero continuar con el juego. 
      • Rojo: Para inmediatamente. Se suspende el juego.
      • Pactad también gestos porque puede que la persona esté amordazada. 
  • Déjale claro que haces las cosas sin contar con ella. Aunque sea lo que más desee en el mundo. 
  • Emplea un lenguaje imperativo y un tono autoritario. 
  • Humillala tanto como puedas y desee ella resistir. 
  • El dolor es opcional. Puede o no estar presente y a veces puede ayudar a centrar a la persona sometida. 
  • Invierte el juego. Si, por ejemplo te había pedido sexo oral, ordena que te lo haga ella.  

Aquí tienes, a grandes rasgos, los cuatro estilos principales. Ahora voy a proponerte un ejercicio. Durante lo que queda de semana prueba cada uno de ellos haciendo exactamente lo mismo. 

Por ejemplo: Sexo oral.

  • Día 1: Hazlo con ternura y delicadeza. 
  • Día 2: Emplea un lenguaje y una actitud totalmente soez. Mira a la persona a la cara, lanza tacos. 
  • Día 3: Llévala varias veces al borde del placer y niégaselo. Haz que te suplique el orgasmo, tantas veces como desees.
  • Día 4: Será la persona quien te practique sexo oral a ti. Y lo hará bajo tus órdenes pudiendo ser castigada cuando te dé la gana. Con razón o sin ella. 

No te preocupes si sigues exactamente cada uno de los consejos. El objetivo de este ejercicio es que os déis cuenta de las diferentes sensaciones en función de la actitud adoptada.

Tomad nota de esas sensaciones y no tanto de si son placenteras sino de si las queréis experimentar en próximos encuentros. 

Hasta aquí esta pequeña introducción. La semana que viene hablaremos de otros aspectos del estilo erótico.

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