La lengua es uno de los órganos más eróticos del cuerpo. Su suavidad intrínseca lo hace candidato a cualquier caricia. Es prácticamente imposible hacer daño con la lengua.
Propuesta vainilla.
Coloca la lengua lo suficientemente fuera de la boca como para que la persona pueda frotar sus genitales contra ella. Podrá masturbarse para acelerar el proceso, pero tú no te moverás en absoluto hasta su orgasmo.
Toque amargo.
La persona deberá conseguir llevarte al orgasmo sólo con la lengua. Previamente podrá hacer cualquier cosa para excitarte: Besar, lamer, chupar, frotar, etc. En un momento determinado te advertirá que va a intentarlo. Si no lo logra en un tiempo razonable la castigas con la fusta. El tiempo razonable lo decides tú i la persona no tiene por qué saberlo.