Por si no tuvieramos suficiente con ser policías eróticos de nuestras parejas por mandato social, ahora pretenden obligarnos a ser también detectives ¡Señoras y señores llegan las “microinfidelidades”!
En palabras de la psicóloga Melanie Schilling:Son una serie de acciones aparentemente irrelevantes que indican que la persona está emocionalmente o físicamente enfocada en alguien fuera de su relación”.
De entre estas prácticas destaca: Poner nombres falsos a teléfonos “sensibles”, mandar mensajes procurando que la pareja no se entere o engañar sobre el estado de tu relación a terceras personas. A esto le llama “coqueteo encubierto”. Y dice: “Si sientes que tienes algo que ocultar, pregúntate el porqué”
¡Viva la paranoia!
Ahora ya lo sabes. Una de tus obligaciones es mirar el móvil de tu pareja, hackear sus claves y meterte en todas sus redes sociales.
¿Para qué vas a esperar a tener pruebas de su infidelidad si puedes preocuparte mucho, mucho antes? Y además con falsas alarmas.
Mi postura sobre el tema es un poco radical, ya lo sabes, pero a la larga vivirás más tranquil@: Abrid vuestra pareja a experiencias con terceras personas y disfrutad de la vida. Comer siempre en el mismo restaurante es un rollo. Y lo sabes.
Me dirás: ¿Y si se enamora de la tercera persona? Bueno, ¿A caso convertirte en Perry Manson o mejor en el “Minority raport” de las posibles infidelidades de tu pareja lo va evitar?
Pues no. Se puede enamorar de otra persona en cualquier momento. Es más, si la agobias siguiendo los consejos de la psicóloga igual logras anticipar la situación o incluso forzarla.
Por favor, haz el máximo esfuerzo en pasar de estas tonterías. Pueden deberse a causas muy alejadas de la infidelidad.
A lo mejor a tu pareja le apetece sentirse “en el mercado”. Tiene ganas de ver a su ex por puro interés hacia una persona querida y no quiere herirte. Te está preparando una fiesta sorpresa. O, simplemente, quiere su espacio de intimidad.
No es verdad el supuesto según el cual una pareja es auténtica cuando se lo dice todo y no tiene secretos. Muchas veces ocultamos información para no causar daños.
Es más siempre es necesario sopesar si una determinada información va a suponer un beneficio o un perjuicio. Confesar una infidelidad sin ningún tipo de consecuencia y prácticamente imposible de ser descubierta, es un sincericidio.
Por otro lado vivir confiando en tu pareja no es una opción, es la única forma de tener una relación normal.
Imagina como puede ser la digestión de una comida si estás pensando todo el rato en si tu pareja se va a ir dejándote tirad@ en la mesa, con la cuenta.
No hagas caso de estas memeces, si te dedicas a buscar microinfidelidades sólo conseguirás una macrosoledad descomunal porque nadie querrá compartir la vida contigo.
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