En las novelas erótico-románticas de última generación el Ambiente Liberal se describe siempre desde fuera. Sus autores incorporan escenas de tríos y orgías como quien mira una escena de terror, entre los dedos entreabiertos de las manos.
Desconcen totalmente los entresijos del ambiente y así describen nefastas escenas como las de Eyes Wide Shut o Instinto. Se basan en estereotipos y mucha, mucha imaginación.
Y no está mal usar la imaginación, pero documentarse un poco más no estaría nada mal. Se inventan situaciones más o menos morbosas pero falsas.
En este sentido Pídeme lo que quieras es un ejemplo. Y concretamente una escena sobre un trío totalmente alejada de la filosofía liberal o swinger. Porque el protagonista, un narcisista de narices, le prepara una “sorpresa” a su novia. Concretamente le venda los ojos y hace entrar a otra mujer ¡Sin avisar! Ni hablan, ni consensuan ni nada de nada. Y todo va bien.
En contraste Liberi Ars amandi está escrita desde dentro. Su autor sabe cómo funcionan las relaciones abiertas. Y se nota, se nota mucho.
Eva y Dario se introducen en el Ambiente Swinger como todas las parejas, poco a poco, probando, sin grandes ceremonias. Tienen sus encuentros y desencuentros. Nada es de color de rosa pero tampoco es un negro y sórdido descenso al abismos del vicio.
Todo es normal. Tan normal como es el Ambiente Liberal, aunque algunas novelistas se empeñen en lo contrario.
Aquí tenéis un fragmento para abrir boca:
El orgasmo cesó, abrió los ojos y miró alrededor. En el entorno de la piscina la orgía era imparable. Decenas de personas mantenían todo tipo de relaciones sexuales a la vista de otras tantas que simplemente disfrutaban mirando, tomaban aire, o que descansaban un poco para volver a sumergirse en la marea. A su lado veía a Darío, con aquellas dos chicas besándose sobre él, una disfrutando de su boca y otra de su sexo. Sin poder evitarlo se corrió otra vez… Se corrió con una intensidad inusitada, sin querer ni tratar de reprimir los sonidos, cerrando de nuevo los ojos, desvinculándose del mundo e ignorando por completo el placer del hombre sobre el que estaba sentada. Aún no sabía cómo había llegado a aquel punto, pero le daba igual. Se sentía bien, libre, liberada y en comunión con su verdadera pareja.
Antonio Álvarez Veci
Antonio Álvarez Veci, nacido en Bilbao (1976) aunque cántabro de adopción y corazón, cuenta con una trayectoria profesional de más de veinte años de experiencia en el diseño y gestión de proyectos educativos y sociales. Con Liberi Ars Amandi se ha adentrado en el mundo de la literatura, presentando una visión personal, abierta, libre y reflexiva de las relaciones liberales y los intercambios de pareja.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
ACEPTAR