Ordenar trabajos imposibles
Una forma de generar humillación en la persona sumisa es pedirle hacer cosas imposibles o muy, muy difíciles. Como sumisa obedecerá la orden e intentará hacerlo lo mejor posible, pero no lo logrará. Y, por supuesto, será castigada adecuadamente.
Generarás así impotencia y rabia, si no haces nada más. Esa rabia que por si sola puede ya producir sensaciones puede complementarse con alguna humillación extra. Te puedes reír, puedes despreciar a la persona por no haberlo logrado, puedes hacerle repetir una y otra vez hasta el agotamiento y entonces recriminárselo.
El esfuerzo desmedido ya es un suplicio en sí, la humillación le añadiría un toque especial nada despreciable. En ese momento, cuando realmente se sienta como un ser inútil por haber podido cumplir tus órdenes, pídele s añades un servicio sexual. Una masturbación, algo de sexo oral.
Le costará porque estará cansada física o psicológicamente pero será capaz de hacerlo. Si es una buena persona sumisa la llenará de gozo. Al final, cuando termine, si lo deseas puedes dejarle un delicioso sabor de boca bien amargo despreciándola por sólo servir para chupar coños o pollas.