
“Antes de que acabe el acto te habrás corrido delante de mí. Móntatelo como quieras”. La orden la toma por sorpresa y causa en María sentimientos contradictorios. Por un lado miedo a la exposición, es muy arriesgado. Pero por otro es algo muy, muy morboso.
Masturbarse delante de su marido durante el festival de fin de curso de sus hijos, es un acto cruel y despiadado. Manolo sabe perfectamente lo vergonzosa y cobarde que es. Lo sabe y a pesar de todo se lo ordena. Es un cabrón, pero un cabrón que la pone a doscientos…
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