Las vibraciones bien aplicadas pueden convertir a la persona en una gaita viviente (la traducción literal del catalán sería “saco de gemidos”). Pruébalo, te divertirás. Y ella más.
Propuesta vainilla.
Colca un dispositivo vibrador con mando a distancia en los genitales de la persona. Si es una mujer puede colocarlo en su vagina, si es un varón puedes colocarle un plug anal vibrador.
Luego, durante la cena por ejemplo, dedícate a encender y apagar el mando a distancia. Verás como van subiendo y bajando los gemidos. Cuando te canses, simplemente continúa y continúa hasta el gemido final.
Toque amargo.
Colócale el artilugio vibrador y ordénale controlar el orgasmo. Sólo podrá correrse cuando tú se lo digas. Por su puesto, si no lo logra, castígala con una buena tunda de paladas o fustazos. Y si lo logra también. No vas a ser siempre justo.