La crueldad es la falta de empatía por el sufrimiento humano. Este estilo no va tan allá porque en realidad es una simulación.
En realidad el estilo cruel juega con la decepción y la ansiedad de la personas. Se hace siempre de acuerdo, bajo consenso. De otra forma no hablamos de un juego erótico, hablamos de un abuso.
Cuando está haciendo alguna cosa para conseguir el orgasmo de una determinada persona, esta siente cierta ansiedad por conseguirlo. Como más cerca más ansiedad. Por esto es una crueldad detenerse. Y más cruel es impedir que la propia persona termine.
Pero la crueldad bien administrada es una herramienta para el placer. Porque esas interrupciones aumentan el deseo y la excitación. Y al final el placer es más intenso.
Hay dos formas de frustrar la llegada del esperado premio orgásmico:
Nota: Cuando se usa el dolor es imprescindible haber pactado señales o frases a disposición de la persona para que ella pueda modular a su gusto y expresar hasta dónde quiere aguantar.
Una forma de no romper la “magia” es utilizar el sistema del semáforo:
Podéis pactar cualquier palabra excepto “para, para” “no” “por favor no”, etc. Estas frases y palabras son parte del juego.
También es importante organizar un sistema de gestos por si la persona está amordazada.
Yo soy partidario de usarlo en cualquier situación. A priori los estilos delicado y picarón parecen “inofensivos” pero también pueden provocar incomodidad. No dudes en usar este sistema.
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