Para todos
Material necesario:
Aceite de masaje
Desnuda a la persona y túmbala encima de la cama o la camilla de masaje.
Empieza a masajear la espalda centrándote en las laumbares.
Desplaza las manos hacia arriba, las dorsales y hacia abajo, los glúteos.
Cuando hayas relajado bien la zona coloca los dedos entre los dos glúteos.
Masajea el ano.
Introduce un dedo. O dos.
Mientras ve desplazando la mano por debajo hasta alcanzar sus genitales.
Masturbala hasta el orgasmo con el o los dedos dentro del ano.
Cuestión de sexos
Genitales femeninos: Poner almohadón debajo de sus cadera elevaría el pubis y el acceso a su clítoris sería más fácil.
Genitales masculinos: Colócala de manera que puedas mover tus dedos por el pene. Por ejemplo colocando a la persona de lado.
Cuestión de estilo
Delicado: Pon mucha suavidad y mimo en el masaje. Ves poco a poco desplazando las manos hacia zonas más “interesantes”.
Picarón: Describe con pelos y señales lo que estás haciendo, sobre todo en la parte final. Añade todo tipo de palabras soeces y obscenas.
Cruel: Juega con sus ganas de que le metas los dedos y la masturbes. Acércate y aléjate de las zonas “más interesantes” continuamente.
Dominante: En lugar de acompañarla a la cama o la camilla ordenale que se tienda. Convierte el masaje en algo autoritario, si es necesario da unas cuantas palmada. Para que se entere.
Toque liberal
Para tres: Daos, por turnos, los masajes unos a otros.
Para más de tres: Monta un curso de masajes de lumbares con “final feliz”.