Jornada de provocación y estímulo erótico continuo con prohibición de orgasmo hasta el final.
Propuesta vainilla.
- Desde el momento de levantaros hasta las 00:00 del día siguiente os dedicaréis a excitaros mutuamente. Que si una caricia por aquí, que si un toque por allá, un beso. Que si me pongo esa ropa interior que tanto te pones. Que si entro en la ducha contigo y te masturbo un poco. Que si te chupo un pezón durante un rato, etc.
- Pero hay una condición, sine qua non, sólo podéis correros a las 00:00h. Eso quiere decir que SIEMPRE dejarás a medias a la otra persona. Ya veréis que divertido y cómo de potente puede ser ese orgasmo.
- Están permitidos juguetes eróticos, cremas y demás utensilios diseñados para el disfrute erótico. Y no todo tiene que ser vainilla. Quizá la persona disfrute de estar un tiempo atada y sometida a tus estímulos.
Con azúcar.
Provoca con tiento, de forma disimulada, con mimo y cuidado. Sin usar lenguaje grosero. Como quien no quiere la cosa.
Sabor a jamón.
Añade gestos y frases obscenas. “Cómo tienes el coño, parece un piscina” o “Que duro tienes el palo”.
Chorrito de limón.
En si el juego es muy cruel. Pero si quieres hacerlo aún más sorprende a la persona con un prórroga de 8 o 12 horas. En plan: “Nos vemos mañana por la mañana”. Añade algún pellizco o fustazo.
Toque amargo.
Durante todo el día la persona será tocada, rozada y excitada. Tendrá terminantemente prohibido masturbarse, pero no se lo digas al principio. Que lo descubra cuando la sorprendas con “las manos en la masa” y reciba un buen castigo.
Sin embargo ella sí satisfacerá tus necesidades cuando se lo pidas. Llegando a verte disfrutar varias veces durante el día. Al final, si quedas satisfech@, se lo permites. O no.
Nota: En todos los juegos eróticos sean estos en pareja, en trío o con muchos más participantes es importante marcar los límites. Pero aquellos donde se pueden mezclar personas de orientaciones eróticas dispares esto es fundamental.
- Cada persona debe decir quién puede o no puede tocarla antes de empezar.
- Si alguna de las persona aparta una mano estará dando a entender que no quiere el contacto en ese momento, no insistas. Esa persona debe, además, ser responsable de reanudar el contacto, si quiere. Porque aquella rechazada no lo va a volver a intentar.
- Pactad un código de comunicación descontextualizado. Con palabras y gestos que no tengan nada que ver con la atmósfera buscada.
- Para iniciar: Usad alguna prenda de vestir. Por ejemplo un fular. Se puede dejar encima de una silla y cada persona hacer un nudo en alaguna de las esquinas. Hasta que no estén los tres nudos no se empieza.
- Palabra de cambio: Por ejemplo “groc” (la pongo en catalán porque es más breve que amarillo). Significa, esto no me gusta. Cambia.
- Palabra de finalización: Por ejemplo “rojo”. Se detiene el juego inmediatamente.
- Palabra de insistencia: Por ejemplo “verde”. Esto que estás haciendo me gusta mucho, continúa.
- Se trata de no romper el ambiente con “empezamos” y utilizar palabras que pueden ser parte del juego como “para, para…” “No, por favor…” etc.