El típico concierto de Año Nuevo es algo que se vive con resaca y excepto para los melómanos es ciertamente aburrido. Pero nosotros vamos a convertirlo en una oportunidad de pasarlo bien de verdad.
Para dos: Practícale sexo oral mientras escucha el típico concierto de año nuevo. Sigue el ritmo de las piezas con la lengua y la boca. A ver si sus gemidos se elevan por encima de la música.
Para tres: Mientras una de las persona le practica sexo oral al ritmo de la música a la segunda, la tercera la acompaña con caricias si predominan violines, frotamientos si predominan metales y palmadas si se impone la percusión.
Para más de tres: Montad un concierto de jadeos paralelo con diferentes parejas o grupos repartidas por toda la habitación y la persona que la dirija. En función del grupo de instrumentos que suene unos “sonarán” y otros detendrán la acción.
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