Si hay algo más estimulante que una sorpresa es advertirla, pero sin especificar lugar ni tiempo. Esto pone en marcha el cerebro creando expectativas. Y las expectativas eróticas son deliciosas.
Propuesta vainilla
Un par de días antes le dices al oído “Un día de estos voy a hacerte tal o cual”. Deja pasar unos cuantos días y cuando menos se lo piense cumple con tu palabra. Verás que alegría.
Toque amargo
Cualquier día amenazas a la persona con atarla, amordazarla y hacerle cualquier cosa que te de la gana. Dejas pasar los días y en un momento dado te lanzas sobre ella para cumplir tus amenazas.
PD: Por supuesto esto último debe estar pactado de antemano y siempre debe haber una palabra de seguridad.