Cerca de los cuarenta años se hace más difícil ligar. Sobre todo después de un largo periodo en pareja.
Aquel mundo empeñado en que encontraras a otra persona para pasar un buen rato o para formar una familia se ha vuelto hostil y siniestro. Los lugares, las frases, las tácticas, los acercamientos ya no sirven. Es como si tu barco hubiera estado mucho tiempo en dique seco. Las velas están roídas, el casco sin calafatear y la tripulación en el bar.
Aquí encontrarás unos cuantos consejos sacados tanto de la experiencia propia como de aquellos que se han dedicado a estudiar el problema. Unas indicaciones para que vuelvas a navegar en busca de nuevos horizontes. Y tengas una buena travesía.
s procuraré que domine el buen humor y la curiosidad.
Espero que te gusten.