Escribir tu fantasía erótica en un texto puede ser una buena forma de darla a conocer, pero también una buena ocasión para contemplarla desde fuera. Cuando la escribes la estás sacando de tu mente para poder ser evaluada con tranquilidad. Si además dejas un breve espacio de tiempo entre narración y lectura podrás evaluar si es perjudicial o beneficiosa para ti.
Escribir fantasías o simplemente ideas te permite:
Recuerdar: Guardar en un papel o en un archivo esa fantasía para poder evocarla cuando quieras. La memoria nos puede gastar malas pasadas. De esta manera las tienes todas a tu disposición siempre.
Tomar distancia: Quizá en su momento te resultó perturvadora pero varios días después no la ves tan peligrosa.
Reelaborar: Como tienes apuntados todos los aspectos de la fantasía la próxima vez que la evoques puedes añadir cosas o cambiarlas.
Comunicar: Quizás te de vergüenza hablar abiertamente de tu fantasía escribirla y darla a leer a otra persona resultará menos engorroso.
Ganar dinero: Quién sabe a lo mejor fantasía inicio de un espléndido relato erótico o de una novela y si te lo publican quizá obtengas beneficios monetarios. Si no la hubieses escrito nunca se hubiera dado esta posibilidad.
Deberes
Te propongo iniciar un diario de fantasías con escribir tres o cuatro líneas es suficiente para poder recordar las pero si quieres explayarte en los detalles no hay ningún problema.
Te propongo además que dejes reposar los escritos como mínimo un mes. Pasado este tiempo vuelve a leerlos. A ver qué sensaciones tienes