Las nalgas son partes del cuerpo de gran poder erógeno. La simple visión ya te pone a cien, imagina el roce con la mano o con cualquier otra parte.
Propuesta vainilla.
Desnúdate total o parcialmente. Pon el culo en pompa y ofrécelo a la persona para su goce. Ojo, sólo podrá usar las nalgas. En ningún caso lo que está entre medio. Podrá tocar, acariciar, golpear y, sobre todo frotar sus genitales hasta el orgasmo. Como más duro lo tengas mejor para la persona, por eso te recomiendo entrenar un poco antes.
Toque amargo.
Átale las manos a la espalda y pásate varias horas excitándola sin que pueda correrse. Cuando te dé la gana gírate para ofrecer tu nalga para que frote sus genitales mientras la humillas riéndote de su torpeza. Cuando hay terminado revisa a ver si te ha dejado alguna mancha. Si es así azota su trasero para castigarla. Y si no, también.