Para dos
Acaricia a la persona durante un buen rato. Intenta conseguir una buena excitación. Si es necesario recurre a Frotar y usar la lengua.
Una vez esté bien caliente átala a la cama de manos y pies. Boca arrib a.Hazle creer que los estímulos continuarán y con mayor intensidad.
No lo hagas. En su lugar limitate a dar paseos con tus dedos tamborileando su piel.
Si la has excitado bien se retorcerá y suplicará pidiendo un desahogo. Aunque sea digital.
Continua un ratito más jugando con acercarte y alejarte de las áreas más calientes.
Cuestión de sexos
No hay diferencias en función del sexo de las personas.
Cuestión de estilo
Delicado: Cuando la ates hazlo con mucho cuidado, intentando que la persona llegue a pensar que es algo voluntario. Durante el tamborileo ni se ocurra reírte, cálmala y prométele que la satisfacción llegará pronto. Cumple con tu promesa.
Picarón: Acompaña toda la sesión con palabras fuertes y muchas, muchas risas. Destaca su estado de exctiación haciéndolo evidente con cometarios del tipo “qué caliente estás” o “la tienes dura como una piedra”.
Cruel: El juego es ya bastante cruel pero puedes ir más allá no satisfaciéndola nunca.
Dominante: Ordénale dejarse tocar y acariciar siempre manteniendo una postura de sumisión. Cuando esté muy caliente deberá colocarse en la postura idónea para ser atada fuertemente.
Toque liberal
Para tres: Una de las tres personas derigirá a las otras dos en sus tocamientos de forma que lleguen a estar muy calientes. Por ejemplo: Atadas es palda contra espada.
Después las atara juntas pero de forma que les sea imposible estimularse hasta el orgasmo y jugará a tamborilear su piel un buen rato.
Para más de tres: Deja a las personas participantes disfrutar un buen rato de sus caricias hasta llegar a un grado de excitación notable.
En ese momento aparecerán varias personas dotadas de cuerdas y procederán a hacer unos bonitos atillos.