Vistos los cuatro estilos eróticos básicos durante el mes pasado, entramos de lleno en los matices. Los matices son como las notas de olor complementan el gusto a la hora de generar un determinado sabor.
Los estilos eróticos pueden ser matizados consiguiendo con esto una experiencia erótica mucho más creativa y original.
Hoy vamos a hablar de la resistencia. De la resistencia consensuada, por supuesto. Los matices tienen a veces su contra. Así la resistencia necesita de la insistencia para existir. De otro modo no tiene sentido.
Como buen matiz la resistencia encaja con todos los estilos y todas las combinaciones de estilos. Así tenemos:
Cuando la persona se excusa educadamente, sin herir. Con un lenguaje suave y una actitud incluso compasiva. Quien insista lo deberá hacer también bajo estas condiciones.
Propuesta de juego: Ambiéntalo en el siglo XVII. Todas las personas que participan son nobles y, por lo tanto, sus modales y educación son exquisitos. Esto no impide a unas insistir y a otras resistir. Siempre con educación y respeto
Se hace en un ambiente obsceno y gamberro. Las expresiones son directas y los diálogos llenos de palabrotas. En este sentido se parece mucho a la típica escena del cine donde dos personas.
Propuesta de juego: En la misma época pero en lugar de ser en la corte, ambientarla en una taberna. Con mosqueteros, camareros y camareras pícaras, prostitutas, pendencieros, ladronas de bolsas y gigolós de para cortesanas con ganas de vivir situaciones emocionantes. La insistencia y resistencia serán, por supuesto, mucho más gamberras.
La resistente le hace ver a la insistente que va a tener su recompensa. Sin embargo, en el último momento se planta. Pero no del todo, permitiendo más “cortejo”. Así hasta ponerla de los nervios.
Propuesta de juego: También en el siglo XVII pero la acción es entre cortesanas (y cortesanos) y personas dispuestas a conquistarlas con joyas y regalos. Mucha promesa pero poca concrección. Vamos lo que vienen a ser caleintagenitales de novela de Dumas.
En este estilo la resistencia es un acicate para el castigo y la aceptación final de la dominación. La persona resistente sabe que su empeño es inútil y sin embargo sigue jugando. En el fondo disfruta de la anticipación de su propio sometimiento a la disciplina de la insistente.
Propuesta de juego: También en el siglo XVII pero en este caso existirán personas prisioneras en una mazmorra, dispuestas a resistirse a obedecer a las responsables de su prisión.
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