Las utilizamos para acariciar, para frotar, incluso para golpear. La manos sirven también para atrapar las extremidades de la otra persona y conseguir así una cierta inmovilidad.
Muchas personas relacionan la inmovilización con relaciones de dominación / sumisión. Y por supuesto es una técnica muy utilizada en este contexto, pero no es su única utilidad.
Cuando aumenta la excitación y la persona está cerca del orgasmo, empiezan los movimientos involuntarios. Si se bloquean esos movimientos el placer aumenta. Es antiintuivo pero eficaz.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies
ACEPTAR