Para dos
Consigue una temperatura muy confortable en el habitáculo donde habéis quedado.
Recibe a la persona en ropa interior.
Acompáñala hasta la cama.
Desnúdala totalmente.
Ayúdala a estarse.
Colócate a su lado y medio incorporada y acaricia con tus dedos todo su cuerpo.
Pregunta, en todo momento, si está cómoda. Y en caso contrario haz todo lo posible para restablecer su confort.
Continua tus caricias y ve aproximándote, sin brusquedades, a las zonas orgásmicas. Sobre todo, evita brusquedades.
En cuanto lleves un rato excitándola pasa a masturbarla pero siempre atendiendo a sus reacciones. Si ves el más mínimo resquicio de molestia déjalo y continúa excitando.
Cuestión de sexos
No se requiere ninguna modificación adicional en el juego dependiendo de los genitales de las personas que participan.
Cuestión de estilo
Delicado: Es ya un juego muy delicado, pero si quieres ir más allá extrema detalles como buscar postura más cómoda. Dar de beber o de comer, según guste.
Picarón: Dale un toque fino con alguna mirada lasciva y alguna palabrita, más que palabrota. No te pases con los tacos.
Cruel: Interrumpe su placer pero hazlo como quien no quiere la cosa. Y discúlpate, cínicamente, pero discúlpate. Si te manda a la mierda está muy bien.
Dominante: Es difícil convertir esto en una experiencia dominante. Por lo tanto lo mejor es sea la persona la que esté a tu servicio. De cuando en cuando quéjate de su torpeza y amenázala con algún castigo.
Toque liberal
Para tres: Como este juego necesita de la persona prestar la máxima atención, lo mejor es que dos de las tres se dediquen esta masturbación tan confortable.
Para más de tres: Montad grupitos de dos o más personas dedicadas al confort de la homenajeada. Después, con el orgasmo conseguido, pueden cambiarse las tornas.