O amazonas y príncipes.
Se acerca Sant Jordi, la fiesta por excelencia del amor cortés. Todos tenemos una idea romántica de esta época llena de caballeros esforzados, trovadores cantarines y damas enamoradas.
Pero en el fondo sólo era una forma de meterle los cuernos al señor Conde. Eso sí, con mucha poesía.
He aquí unas cuantas ideas:
- Cantada en el balcón: Una de las dos personas recitará una poesía para ganarse entrar el la alcoba de la alcoba y recibir la adecuada recompensa.
- Sorprendidos: La duquesa (o el duque) está en la cama con su amante. Entra su pareja y los pilla infraganti. Pero en lugar de terminar en un lance de espadas, termita en un revolcón entre los tres.
- El rescate: Un ser diabólico retiene a una de las personas para abusar de ella. La tercera quiere liberarla y entra con su espada lista para el rescate. Pero el ser del inframundo lo convence para que se una a la fiesta.
- Fiesta de trovadores: Una corte ficha a unos trovadores que resultan ser algo más que cantarines poetas. Empiezan motándoselo entre ellos y al final se une toda la corte.
- El caballero (o la amazona) de la larga lanza: Tras un combate en el campo del honor, recibe los cuidados de una persona noble y sus cuñados. Al final no estaba tan mal y termina todo en una buena orgía.