Para dos
Material: Lubricante.
Desnuda totalmente a la persona.
Acaricia su cuerpo durante un buen rato, hasta conseguir un buen estado de excitación.
Poco a poco ves llegando a alguna zona con tejido eréctil.
Hazte con una buena cantidad de lubricante y esparcelo bien.
Empieza a frotar de forma superfiicial para estimular una creciente turgencia.
Poco a poco ve aumentando la presión mientras observas sus reacciones. Decide, a través de esa observación si la aumentas o disminuyes.
Continúa has resolver la tensión sexual generada.
Cuestión de sexos
Si el ano es masculino elige un plug capaz de estimular la próstata, esto no es muy difícil. En el mercado hay muchos y de mucha calidad.
Cuestión de estilo
Delicado: Estate todo el tiempo muy atento a sus reacciones para evitar cualquire disconfor. Se edicada y emplea un lenguaje cortés y correcto.
Picarón: Acompaña los aumentos de presión con declaraciones sobre cómo está la zona y lo excitada que se muestra la persona.
Cruel: Desciende la presión justo cuando observes ansia por la llegada del placer. Equivócate a drede. Puedes usar el dolor (siempre que esté consensuado) también como freno apretando demasiado, para después preguntar: “¿En qué quedamos? ¿Más fuerte o más flojo?
Dominante: Muestra una actitud totalmente indiferente a sus reacciones, aunque las controles con el rabillo del ojo. Por supuesto (siempre que el dolor esté consensuado) aprieta cuanto quieras. Y, por supuesto, obliga a la persona a tener siempre las manos a la espalda.
Toque liberal
Para tres: Dos de las tres personas practicarán el juego sobre la tercera. Pudiendo, si así lo desean, estimular dos zonas a la vez.
Para más de tres: Estimulaos todos mutuamente frotando con más o menos presión.