Para dos
Queda con la persona en algún lugar público.
Lleva la conversación hacia temas erótico festivos.
Insinuate todo el rato, tócala, acaríciala.
Idos a casa o al lugar donde hayáis quedado y continúa excitándola.
En cuanto esté bien, bien caliente, le das un besito en la frente y te despides con alguna excusa. Por ejemplo ir a buscar refrescos.
A los diez o quince minutos vuelves y le das otro beso en la frente diciendo “Aquí lo habíamos dejado”.
Y a ver cómo continúa.
Cuestión de sexos
No existe diferencia en función de si la persona tiene genitales masculinos o femeninos.
Cuestión de estilo
Delicado: Debes dar un beso casto pero a la vez estimulante. Demuestrale, al dejarla a medias, una cierta compasión.
Como diciendo: “No me queda más remedio”.
Pícaro: Dale un beso con saliva y contactando tu lengua con su piel. Discúlpate de forma soez “lo siento perra pero aquí lo dejamos” o “aquí se termina el juego salido”.
Cruel: El juego es cruel, pero aún lo puedes ser más si quieres. Juega con sus zonas erógenas, llega incluso a practicarle sexo oral y a dejarla colgada en el momento más “oportuno”.
Dominante: Oblígala a hacer algo obsceno como quitarse la ropa interior en el local dónde hayáis quedado. Después en casa tócala sin pedir permiso, con autoridad, excítala estando al mando.
Al final ordénale que te de un beso en la frente no sin antes humillarla con alguna frase del tipo “antes me follaría una cabra”, por ejemplo.
Toque liberal
Para tres: Haz lo mismo con las otras dos personas, pero busca una forma de impedir el contacto entre ellas. Por ejemplo atandolas.
Para más de tres: Organiza una reunión con varias personas infiltradas dispuestas a calentar el ambiente. Consigue que esas personas aten a las demás, les den un beso en la frente y las dejen tiradas un ratito.