La cera de las velas arden en abundancia durante la Navidad. Para alumbrar al niño, a la niña o simplemente la mesa. Aprovechemos su calor para hacer algo más que contemplarlas.
Para dos: Desnuda a la persona, enciende una vela (de las que venden en las tiendas eróticas, por favor. Es muy importante. Nunca de cera de abeja, puede producir quemaduras)
Hazle sostener la vela aunque la cera resbale por su piel, si quieres puedes hacerte con la vela y verter el líquido caliente.
A continuación limpia a continuación sacando los trocitos de cera solidificados sobre su cuerpo.
Toque liberal
Para tres: Dos de las tres personas rociarán el cuerpo desnudo de la tercera. Más vale que esté depilada.
Para más de tres: Varios de vosotros armados con velas y cirios irá salpicando con cera al resto de asistentes. Y con una fusta golpeando para hacer saltar los trozos solidificados.
Estios eróticos
Tierno: Pídele suave y educadamente que sostenga la vela. Consuelala cada vez que se queje por una quemadura. Quítale los trocitos solificados con gran delicadeza.
Picarón: Acompaña cada gota de cera con comentarios procaces del tipo “Esto sí que te calienta, marrana” o “Te quema ¿Verdad? Cabronazo”.
Cruel: Estimulala hasta cerca del orgasmo e interrumpe su llegada con un buen chorrito de cera caliente. Repítelo tantas veces como creas conveniente.
Amargo: Ordéna que sea la propia persona la que se tire la cera derretida sobre si misma. Después usa la fusta con fruición para dejarla bien limpia.
Juguetes
Como ya he expuesto al principio debéis usar velas de las que venden en tiendas eróticas. Están hechas con parafina que licua a temperatura más baja que la de abeja. Así cuando toca la piel transmite calor pero no quema.